- v. 30 Al regresar de su misión, los Apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado.
- v. 31 El les dijo: “Vengan ustedes solos a un lugar desierto, para descansar un poco”. Porque era tanta la gente que iba y venía, que no tenían tiempo ni para comer.
- v. 32 Entonces se fueron solos en la barca a un lugar desierto.
- v. 33 Al verlos partir, muchos los reconocieron y de todas las ciudades acudieron por tierra a aquel lugar y llegaron antes que ellos.
- v. 34 Al desembarcar, Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque estaban como ovejas sin pastor y estuvo enseñándoles largo rato.
Mc. 6,30-34
Introducción:
En el texto de hoy se relata que la multitud reunida en su alrededor, impidió que se cumpliera el plan de Jesús de retirarse con sus discípulos a un “lugar desierto” para que estos pudieran descansar.
Al ver a tanta gente, Jesús se “compadeció” de ellos, porque se comportaban como “ovejas sin pastor”. Esta figura es tomada por Jesús para referirse a aquellos que se encuentran perdidos y desorientados
Aportes para la Lectura:
- v. 30 En el Evangelio de Marcos, es la primera y única vez que aparece el título de “Apóstoles” (Apóstol significa enviado). El autor prefiere hablar de discípulos (lo hace en 48 oportunidades).
Los Apóstoles, que habían sido enviados por Jesús a predicar, regresan de su viaje tras haber finalizado su actividad. Han cumplido con el mandato de Jesús. Han enseñado exhortando a la conversión, han expulsado demonios y curado enfermos (Mc. 6,12-13)
- v. 31 El texto hace descubrir nuevamente a un Jesús profundamente humano y acogedor. Observa que los discípulos están cansados y busca un lugar apartado para que puedan reponer fuerzas. Hacer descansar era una de las tareas que debía realizar un buen pastor, siguiendo los planes de Dios: “Haras reposar al pueblo en buenas praderas” (Ez. 34,15 . Sal. 23,2).
Además Jesús quiere tener la oportunidad de hablar a solas con los enviados, excluyendo a otro grupo de seguidores que habían aparecido en episodios anteriores (Mc. 4,10). Pero la invitación de Jesús se vio frustrada por la presencia de mucha gente que iba y venía, queriendo tomar contacto con el grupo, mostrando en principio, su acuerdo con lo que los enviados habían realizado y enseñado.
La falta de tiempo para comer, está en paralelo con el relato de la institución de los Doce (Mc.3,20), cuando se congregó tanta gente que “ni siquiera podían comer”
- v. 32 En esta oportunidad, por primera vez Jesús invita a los Doce a ir a un lugar despoblado. Su invitación es aceptada y en una barca, marchan sin resistencia, dejando a la gente.
- v. 33 La gente que los ve y reconoce, desea el contacto con ellos. Por eso van por tierra, con esfuerzo, mostrando un extraordinario interés por el ideal renovador propuesto por los Doce.
De esta manera, impedirán la calma que Jesús necesita para escuchar e instruir a sus discípulos.
- v. 34 Jesús al llegar a la orilla y al desembarcar ve la multitud que le esperaba y se compadeció de ellos (compadecer = padecer con) porque parecían ovejas que no tenían pastor.
Esta figura es tomada por Jesús, con frecuencia para referirse a aquellos que se encuentran perdidos y desorientados haciendo referencia a un párrafo del libro de los Números donde se habla del pedido de Moisés para que el Señor ponga a Josué al frente de la comunidad israelita y la guíe para que no queden como “ovejas sin pastor” (Num. 27,15-17)
El mismo Jesús se considera como enviado a las ovejas perdidas de Israel (Mt.15-24), también ha dicho que él es el Buen Pastor que da la vida por sus ovejas (Jn.10,11) y además hace referencia a la alegría que experimenta el pastor cuando encuentra la oveja perdida y aconseja buscarla, aún cuando para eso haya que dejar por un momento las noventa y nueve que no se perdieron.
Jesús quiere que la misma dedicación que ponen los pastores cuando cuidan las ovejas de sus rebaños, la pongan también aquellos que se ocupan del cuidado de una comunidad.
Cuidar, orientar, proteger, acompañar… y ser capaces de dar la vida por el rebaño, son todas tareas necesarias para cualquier agente de pastoral que quiera seguir los pasos de Jesús.
El relato finaliza haciendo mención que Jesús, tomando la iniciativa, estuvo enseñando a la multitud “un largo rato”. Esta actitud de Jesús muestra claramente su disposición para atender las necesidades del pueblo, aunque esto le impida descansar.
Aportes para la Meditación:
Jesús nos invita a estar a solas con él, para poder conocerlo mejor, escuchar su palabra, alimentarlos de Él, contemplar su rostro y descansar en Él: para poder así recibir su poder y su fuerza para darlo a conocer a nuestros hermanos.
¿Solemos estar a solas con Jesús? ¿De que manera lo hacemos?
¿Sentimos la necesidad de darlo a conocer a nuestros hermanos? ¿Cómo lo hacemos?
Como Apóstoles ¿Nos sentimos comprometidos en las tareas pastorales de nuestra comunidad?
Ante nuestros hermanos que sufren ¿Nos compadecemos? O solamente ¿le tenemos lástima?
¿Compartimos lo que nos enseña Jesús con los demás?
Modelo de Oración:
Señor:
Tu eres el Buen Pastor
que cuida y protege a su rebaño
que siente compasión
que le preocupa la vida de los otros
Tu eres el Buen Pastor
que conoces nuestras esperanzas
que nos muestras el camino
que nos alientas en la marcha,
Enséñanos a ser buenos pastores
con aquellos que nos rodean.
Contemplación/Compromiso:
En el último paso de la Lectura Orante nos parece bueno recomendar que dejemos unos cuantos minutos para contemplar todo lo que el Señor nos ha dicho con su Palabra, lo que le hemos dicho a través de la oración, y sobre todo descubrir a qué nos comprometemos, qué acción para transformar nuestro pequeño mundo realizaremos. Siempre debe ser algo muy concreto y en coherencia con lo que el Señor nos pide en su Palabra.
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