Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo: "No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le podrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin." Y María dijo al ángel: "¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?" El ángel le contestó: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible." María contestó: "Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra." Y la dejó el ángel.
REFLEXIÓN.
La Navidad y los relatos del nacimiento de Cristo tienen un aire de leyenda pero no es así. Y es que para expresar lo que Dios hace con nosotros no sirven solamente los conceptos. También son necesarias las narraciones como las del nacimiento de Jesús que escuchamos en el evangelio de hoy. Es una narración que nos dice como respondieron algunas personas a la llegado de Dios.
A María el ángel le anuncia que el Señor está con ella y le cubrirá con su gracia. Igual que en el Antiguo Testamento Dios acompañaba a Israel, Dios acompaña ahora a María. De este modo significa que Dios es el Dios de la presencia que viene a habitar la vida humana.
La gran noticia de la Navidad es que Dios vive en a la historia a través de María. Dios se hace hombre en un ser humano y por un ser humano, por una mujer. Una mujer trae a Dios al mundo. Al Dios que manifestaba su voluntad de presencia en María, ésta no puede responder más que con un sí; con la disponibilidad a acoger a este Dios que viene a nuestra vida.
El nacimiento del Hijo de Dios en María es único. Pero a María le ocurre algo que no le sucede solo a ella, sino que tiene que ver con todo ser humano. Dios es también hoy Dios con nosotros. A cada uno de nosotros hoy el ángel de Dios nos dice: “El Señor está contigo”, Dios quiere vivir en ti.
Dios viene a mi vida cuando le hago sitio. Se cuenta que un profesor de religión preguntó a un muchacho en la clase dónde vivía Dios. Como este joven dudaba y no acababa de responder los otros compañeros de clase se reían y burlaban de él. Y le decían: Pero no sabes que Dios está en todas partes. El muchacho les miró y les dijo: Dios vive dónde se le deja entrar.